Todos al enfrentarnos a una situación un reto que represente una posible caída o que nos haga sentir en vulnerabilidad tendemos a tener miedo, algo que al final nos limita y en la mayoría de las veces además de impedirnos avanzar nos da una perspectiva exagerada de lo que en realidad puede suceder. El temer a equivocarse es un temor muy común, pues nadie se quiere ridiculizar delante de las personas o para sí.

Meditando, la biblia narra un acontecimiento del cual puedes sustentarte y es una de las más memorables y mencionadas “David y Goliath”, puede que la hayas escuchado antes pero me gustaría decirte algo por medio de ella. Está específicamente en 1 Samuel 17.
En los versos del 1 al 24 en si lo que hace es describir la dimensión del reto o la razón por la cual había el temor que en tu caso es equivocarte.
Del verso 25 al 27 Describe la bendición que recibirá la persona que este dispuesto a vencer las barreras de ese temor y conquiste en el campo de batalla, el servirle a Dios siempre será una bendición, sin importar cuales sean los medios, vale la pena hacerlo y la recompensa es más grande que cualquier cosa que puedas enfrentar, sea lo que sea pues Dios es más grande que todo.
En los versos 28 al 30 Nos muestra algo, las personas y en ocasiones las más cercanas en momentos dudaran de ti, y no esperaran nada más allá de tu caída o incluso te harán sentir vergüenza, pero haz como David, su mirada estaba puesta en Dios y no en los hombres, es fácil temer cuando lo que hacemos lo hacemos pensando en los hombres pero cuando es para Dios, sabemos que El sabe lo que somos y sin importar los medios su respaldo siempre estará. NUNCA DUDES, lo que necesitas para vencer y lo que necesitas para servir Dios ya te lo dió (Leer verso 33-37)
Por último nunca intentes amoldarse a la talla o ideal de siervo que las personas o las tendencias en la iglesia puedan establecer con la finalidad de ser aceptado aplaudido, Dios te dio una esencia y dones y talentos que te hacen único ante Él y ama cuando lo haces con lo que Él te dio. (Leer versos 38-40)
Entonces derriba el temor a equivocarte o a que las personas se puedan burlar de ti, Dios ve en tu corazón y las intenciones que salen de él, si le sirves con pasión, buscarás la excelencia de por sí sola y Él en su amor te la concederá.